Los 5 factores claves para el éxito de su planificación financiera

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan cerca del 99 % de todas las empresas, ofrecen cerca del 61 % de los puestos de trabajo y conforman el motor de la economía.

Precisamente por ello, el control y, en especial, la planificación deben desempeñar un papel clave y esencial en la vida empresarial. Las pymes son cada vez más conscientes de este hecho. Como demuestra el estudio «Comparativa del control en pymes con directivos y de gestión familiar» del año 2016, tanto las pymes de dirigidas por un equipo de dirección como las empresas familiares conceden una gran importancia al control y creen que este seguirá creciendo en el futuro.

Pero no solo aumenta la importancia, sino también la complejidad de los contenidos y de los procesos de la planificación. Las normativas legales y los bancos exigen a las pymes información cada vez más detallada, a la vez que el número de participaciones (internacionales) también aumenta, hay que incluir cada vez más filiales, surgiendo así nuevos retos para las empresas.

Enfrentarse a estas necesidades con Excel suele resultar en un proyecto titánico difícil de gestionar, agotando muchos recursos y ofreciendo escasa transparencia. Aun así, este sigue siendo el procedimiento habitual en muchas empresas. En tiempos de realidades de mercado en constante cambio, para las empresas es prácticamente imposible reaccionar rápidamente a las alteraciones y realizar previsiones y simulaciones no previstas para responder a las nuevas condiciones.

Debido a los procesos de planificación largos y a veces confusos, las pymes tienen un gran potencial de mejora. ¿Qué factores son la clave para un proceso de planificación eficiente y con éxito? El siguiente artículo da respuesta a esta pregunta.

El entorno actual para la gestión de una empresa se caracteriza por una elevada complejidad. La dificultad de la planificación empresarial consiste en controlar la alta complejidad mediante una elevada precisión en la planificación pero, al mismo tiempo, reduciendo los costes de planificación al mínimo.

Este conflicto constituye una tarea difícil de resolver para muchas empresas. Ante esta situación, a las empresas les surge a menudo la pregunta sobre cómo crear un proceso de planificación mejor y más eficiente. Las posibilidades de mejora no solo se encuentran en la optimización del proceso en sí, sino también en la mejora de la calidad de los datos para la planificación.